jueves, 21 de noviembre de 2013

“El que tiene sed” en Culturamas

La historia que narra El que tiene sed es la de Esteban Espósito, un prometedor escritor que acaba arruinando su carrera literaria a causa de la bebida. La novela es la recreación de la vida desde los ojos de un personaje que tiene los sentidos alterados por la abusiva ingesta del alcohol. La pérdida de la memoria y de la noción del tiempo y el espacio que sufre el protagonista conforman una novela densa y compleja que recuerda en muchos momentos a la escritura de otros escritores alcohólicos como Gerad Nerval, Dylan Thomas, Edgard Allan Poe o Malcolm Lowry, quienes dejan en manos del lector la difícil tarea de reconstruir una ficción fragmentada y difícil de seguir en muchos momentos sobre todo por la ambivalencia narrativa (de un narrador en primera persona se pasa a la tercera persona). Abelardo Castillo demuestra con su prosa un excelente dominio de todas las técnicas narrativas, consagrándose como “uno de los narradores más grandes de nuestro idioma y nuestro tiempo” (Félix Grande) 

 Leer la Reseña completa en Culturamas

lunes, 21 de octubre de 2013

Hay que volver a convertir la lectura en un acto de celebración personal

"Editoriales peleonas", así se titula el artículo redactado por Eva Orúe en InfoLibre en el que aparece nuestro proyecto, Editorial Carpe Noctem, con una pequeña declaración:

Demanda cultural, y no sólo demanda impuesta por el marketing editorial y sus aliados. Una demanda que existe, y que justifica el nacimiento de editoriales como Carpe Noctem, cuyos promotores prefieren expresarse como colectivo. “Vivimos en una sociedad mercantilizada que ha convertido todo —hasta el amor o la amistad— en objeto de consumo. Pero de un consumo que, además, ha de ser rápido. De modo que todo, incluyendo a nuestros queridos libros, se ha vuelto un producto de usar y tirar. De ahí que, por ejemplo, no tenga ningún valor leer el best-seller de turno cinco años después de su éxito y cuando ya nadie se acuerda de él: porque el valor no está en el producto, sino en el consumo del producto y en la experiencia social de compartir su consumo: comentándolo, participando del evento social, etc.”
Dicen que esa digestión acelerada es exactamente lo opuesto al mecanismo que, hasta hace bien poco, permitía la creación de una cultura, un mecanismo de sedimentación, de digestión lenta: “Hay que volver a convertir la lectura en un acto de celebración personal.” 

Podéis leer el comienzo y abonaros para leer el artículo entero aquí: http://www.infolibre.es/noticias/cultura/2013/10/19/editoriales_peleonas_8788_1026.html

martes, 8 de octubre de 2013

Un idioma sin fronteras - Nace la editorial Carpe Noctem

Este es el audio de nuestra participación en el programa "un idioma sin fronteras" de Radio Exterior de España.



Os contamos la historia de un nacimiento. Un grupo de personas se lamentaban día tras día de que tal o cual libro no estuviera reeditado y, por lo tanto, disponible. Al final después de tantos lamentos decidieron poner ellos sobre la mesa esos libros olvidados. De esta manera ha visto la luz Carpe Noctem. Una nueva editorial que sin duda apuesta por una literatura de calidad. Conversamos con uno de sus editores y creadores, Alberto Gómez.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Premio Ñ a la Trayectoria Cultural para Abelardo Castillo



Ayer Abelardo Castillo recibió el Premio Ñ, entregado por el periódico Clarín de Argentina, a la Trayectoria Cultural.

Casi un prócer de la literatura argentina. Así definió en su discurso, Ezequiel Martínez, Editor Adjunto de Revista Ñ. Y eligió, en lugar de argumentos, contar una historia personal, la que lo llevó a encontrarse con la literatura de Abelardo Castillo, presente en el auditorio de la Usina del arte, para recibir el Premio Ñ a la Trayectoria Cultural.

Era casi un adolescente Martínez cuando se encontró en una casa de veraneo en la playa con uno de esos libros que los ocupantes anteriores dejan olvidados. Pero a diferencia de los "libros de aeropuerto", ajados de tantas lecturas, le llamó la atención un pequeño libro de cuentos. "Lo devoré en dos o tres días, era una sensación de personajes reales con un matiz fantástico y un poder de tensión que me llevó casi sin parar hasta el último cuento", relató Martínez. Sobre todo un cuento lo perturbó y fascinó. Era "El candelabro de plata", del libro Las otras puertas, el primer libro que Castillo publicó.

Luego, Ana María Shua lo describió como "una mezcla de Borges y Arlt", por la capacidad de Castillo de condensar lo que otros escritores habían explorado, por separado, antes; Walter Quiroz, protagonista de una película basada en una de sus obras, lo mentó como un maestro amoroso, repleto de picardía e inteligencia; mientras que Liliana Hacker recordó los años en que trabajaban en las revistas literarias (las legendarias El Escarabajo de Oro y El Ornitorrinco), en la casa de una tía modista de Castillo, donde la misma mesa recibía la costura, el almuerzo y la Underwood; Silvia Iparaguirre, por último, alabó su capacidad de concentración, sobre todo en la noche, a la que considera un lugar más que un momento.

En su turno, Castillo subió al escenario y dejó una frase: "Cuando era muy joven, pensaba que un gran escritor escribía lo que quería y cómo queria; después, con el paso de los años, entendía que un buen escritor escribía lo que debía. Y siguieron pasando los años, lo que llaman trayectoria, y ahora pienso que un escritor escribe lo que puede. Esta es mi trayectoria, este es mi premio".

En España se acaba de publicar, recientemente en la Editorial Carpe Noctem su primera novela: "El que tiene sed". Esta novela narra la vida, o parte de la vida, de Esteban Espósito, escritor alcohólico, lúcido y arruinado en la argentina de finales del siglo XX. Con gran lirismo y no menos humor —un humor corrosivo, trágico— Abelardo Castillo transforma la vida ebria de Espósito en una obra de arte supurante de dolor y de vida. Una novela hermosa que se acerca al infierno del alcoholismo con honestidad y crudeza.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Lo que se dijo en la presentación de Carpe Noctem (y III)



Lo que sigue es la primera parte de la intervención de Félix Grande en la que trató sobre Abelardo Castilloy su novela «El que tiene sed» 

Félix Grande

Abelardo Castillo es autor, entre otras cosas, de una de las mejores revistas que se editaron en argentina: «el escarabajo de oro». Una revista valiente porque, en plena dictadura argentina, se atrevía a tratar temas que podían haberle costado la vida. Varias veces, después de leerla, yo corría al teléfono y lo llamaba para ver si seguía vivo o, en el tiempo en que había tardado en llegar la revista, lo habían agarrado y lo habían matado[…]

Abelardo Castillo es, pues, un escritor valiente y un grandísimo escritor. Les voy a contar una anécdota: en una ocasión, durante la dictadura de Videla, fue detenido, metido en un coche y él, como gran autor de teatro, cuando lo subieron ya tenía preparada la escenificación. Entonces, les dijo a sus captores: «bueno, hasta aquí hemos llegado. Me he consentido a mí mismo acompañarles, pero más vale que me llevéis de una vez rápido a donde me lleváis, me presentéis a vuestro superior que le voy a ordenar que llame al Ministro». Los otros se miraron y preguntaron: «¿A qué Ministro». Y él: «¡Al Ministro, leches! Y vayan rápido. ¡No sabéis donde os habéis metido, hijos de puta!». Les hablaba así. De manera que se asustaron, pararon el coche y le dijeron: «bájese». «¿Cómo que bájese?», protestó Abelardo. «Ustedes me han sacado de mi casa y ustedes me llevan a mi casa». Y nada más llegar a casa, entró y le dijo a Sylvia, su mujer: «Sylvia, haz la maletita, que nos vamos antes de que lleguen al cuartel».

Ese hombre es uno de los grandes escritores argentinos. Quizás con Borges, Bioy Casares, Ernesto Sabato, Cortázar y por ahí. Alguno de los cuentos más estremecedores de esa gran tradición del relato que hay en Argentina los ha escrito Abelardo Castillo. Y creo que su mejor novela es ésta: «El que tiene sed». Probablemente todos vosotros o muchos habéis leído “Bajo el volcán” de Malcolm Lowry que es —iba a decir pasa por ser, pero no, es— la novela que leen o deben leer todos aquellos a los que les gusta leer libros y que además no tienen la jactancia de ser abstemios. «Bajo el volcán» es un viaje aterrador por el alcoholismo. Bien, «El que tiene sed» es también un viaje aterrador por el alcoholismo.

Yo no sé si Malcolm Lowry —seguramente sí— era alcohólico. Supongo que sí. Pero Abelardo Castillo sí fue alcohólico. […] Nadie sabe cómo consiguió dejar de beber, de un día para otro… pero lo consiguió. Recuerdo que un día Paca (Aguirre) y yo estábamos bebiendo en su casa, y habían comprado una botella de vino para la cena y yo, en un momento dado, dejé un poco en el vaso porque ya no quería más. Abelardo me miró y me dijo: «¿no bebes más?». Y yo dije: «No». «¿Y si la botella se derrama y a la noche no hay para cenar, qué pasará?». Yo me encogí de hombros y dije: «nada». Y a él se le cambió la cara y me dijo: «Hijo de puta, me bebo yo ese poco de vino que queda en el vaso y no pero hasta que me tengáis que levantar del suelo». Bueno, sabía lo que decía. Y sin embargo, «El que tiene sed», además de ese pozo del alcoholismo, cuenta con mucho humor. Parece mentira que a ese tema se le puedan sacar carcajadas, pero Abelardo lo consigue. Por eso les recomiendo, sean ustedes o no seres con la jactancia de ser abstemios les recomiendo que lean «El que tiene sed» porque es una gran novela.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Editorial Carpe Noctem en El Mundo (24/09/2013)

Ayer salió esta columna sobre nuestro proyecto en El Mundo. Para leerla, no tenéis más que ampliar la imagen.



J. M. PLAZA / Madrid

La vida cambia. Los nuevos tiempos propician nuevas costumbres. Del Carpe diem de Horacio hemos pasado, de repente, al Carpe Noc- tem. Así nos lo recuerda Alberto Gómez, uno de los tres protagonistas que se han lanzado «con la que está cayendo» a crear una nueva editorial llamada así. «Queremos apostar por la literatura de calidad, comprometida, y por autores que busquen explorar con su obra to- das las posibilidades de la ficción y el lenguaje», sostiene Gómez.

La editorial nace de una manera contenida, con tres títulos que encabezan tres colecciones, una tirada reducida (de 1.000 a 2.000 ejemplares) y la idea de publicar de ocho a 10 títulos al año. Una de las características es que todos sus títulos tendrán versión electrónica a un precio que no supera los cinco euros.

El escritor Félix Grande fue el maestro de ceremonias y el autor que presentó esta editorial en Madrid. Tenía sentido, ya que el autor de Blanco spirituals conoció bien a los dos escritores hispanoamericanos que abren las colecciones de Narrativa y Rescatados, y la de ensayo se inicia con un estudio sobre su obra: Lenguaje, memoria y trauma en la obra de Félix Grande, de la profesora universitaria Pilar Cáceres.

El que tiene sed, de Abelardo Castillo, es una novela que narra la vida de un escritor alcohólico en la Argentina contemporánea y que Félix Grande comparó, por el tema y el tratamiento, con Bajo el vol- cán, de Malcolm Lowry.

La colección Rescatados se inicia con En noviembre llega el arzobispo, de Héctor Rojas Herazo, una obra ya inencontrable que fue publicada por Espasa con un prólogo de Luis Rosales.


Rojas Herazo, autor colombiano ya fallecido, fue durante algún tiempo el maestro de Gabo, según recordó Félix Grande, quien seña- ló: «Esta es la novela que llega más adentro y que mejor refleja el alma de un tirano».

Lo que se dijo en la presentación de Carpe Noctem (II)

Hector Rojas Herazo


Lo que sigue es la primera parte de la intervención de Félix Grande en la que trató sobre Héctor Rojas Herazo y su novela «En noviembre llega el arzobispo» 

Félix Grande

Es allí, en Latinoamérica, donde vivían estas dos criaturas que escribieron dos de las más grandes novelas del siglo XX en lengua castellana. Uno de ellos vivía en Colombia: Héctor Rojas Herazo.

Héctor Rojas decía que la mejor manera de ser un escritor desconocido era publicar sus libros en Bogotá. Bogotá era un pueblo con Arzobispo. La novela de Héctor tiene un Arzobispo y se llama «En noviembre llega el arzobispo». La novela tiene dos dimensiones que quiero señalar brevemente . La primera: está escrita… cómo les diría de la manera más lírica y correcta… de puta madre. La cantidad de música, de acentuaciones de flamencas que hay en esa prosa de «En noviembre llega el arzobispo» es prácticamente un caso único con dos o tres excepciones nada más en toda la literatura hispanoamericana de esa época.

Cuando era jovencito Héctor Rojas llevaba una sección diaria de un periódico de Bogotá y allí conoció a alguien un poquito más joven que era Gabriel García Márquez. Héctor Rojas Herazo fue, durante un tiempito, el maestro de Gabriel García Márquez. Cosa que Gabriel García Márquez no negó nunca sino que proclamó muchas veces. Lo adoraba como persona y como escritor. De hecho, muchos años después —frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía— cuando Gabriel García Márquez recibía con todo el merecimiento del mundo el Premio Nobel, cuando venía a España, venía a visitar, yo diría casi de incógnito, a Héctor Rojas Herazo a la calle Río Rosas que es donde Héctor vivió durante dos o tres años cuando vino a España. Y Gabriel iba a verlo como si fuera todavía su maestro. 

No quiero decir de ninguna manera que su prosa sea mejor que la de García Márquez. La prosa de García Márquez es algo más que un prodigio, es un milagro. Es un milagro de superficie. Es la prosa, quizás con la de Borges y más allá la del barroco, más creadora del idioma español; pero en tanto que Gabriel García Márquez extendía su prosa, su concepción de la prosa, por toda la piel del planeta, Héctor Rojas Herazo lo que hacía era cavar hacia abajo, profundizar con su prosa, para llegar hasta los huesos del planeta; hasta los huesos de las emociones. […] Este personaje era Héctor Rojas Herazo. Este maestro de la prosa en profundidad, de la prosa minera, de la prosa que busca el lugar de pura niebla de las emociones. 

Al mismo tiempo este libro en concreto, «En noviembre llega el arzobispo», es, tal vez, una de las reflexiones más penetrantes, más profundas, y al mismo tiempo más piadosas sobre el tema del dictador. Ya sabéis que es uno de los grandes temas de la literatura hispanoamericana; por algo será. El hecho de que sea allí donde se han publicado muchas y grandes novelas sobre el dictador no significa más que aquella es una tierra que desde hace siglos está viviendo a base de dictadura y de caudillos.

Desde el punto de vista del análisis de un dictador, esta novela es prodigiosa. No es un dictador de la nación entera de quien habla Héctor, es un dictador de trapillo, un cacique: que es un dictador de pocos posibles, pero un dictador. El cacique de la novela de Héctor es una de las miradas más penetrantes, beligerantes pero sin odio y piadosas, pero sin condescendencia.

Es un libro maravilloso.

Sé que cuando se tradujo al alemán los primeros tres meses recibió trescientas o cuatrocientas páginas de críticas, de entusiasmo, de incredulidad porque existiera una novela como ésa. Aquellos que tengan interés en saber lo que es un gran escritor, un gran maestro de la prosa en castellano y tengan interés, simultáneamente, en saber cuál es la maldad y la maldición de un tirano deben de leer esta novela.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Lo que se dijo en la presentación de Carpe Noctem (I)

El 20 de septiembre presentamos en la librería Tipos Infames nuestro proyecto Editorial Carpe Noctem, bien arropados por Félix Grande, del que en breve subiremos la intervención.

Lo que viene a continuación es la transcripción casi completa de lo que allí dijo el representante del colectivo Carpe Noctem, que fue, aquella noche, Alberto Gómez.

En próximos posts os subiremos vídeos con el resto de intervenciones.

PRESENTACIÓN CARPE NOCTEM

Supongo que la primera pregunta que he de contestar y que todos os estaréis haciendo es: ¿estáis locos? ¿A quién se le ocurre montar una editorial con la que está cayendo? Si además nadie lee libros en papel ya, etcétera, etcétera. Buenos, pues vamos con las razones. La primera y yo creo que fundamental eran las ganas de probar, de demostrar que se podían hacer otras cosas. Especialmente, en dos campos: en cuanto a los títulos y en cuanto al precio. Luego volveré sobre eso. Primero quería hablar un poco de esa idea del probarlo, del intentarlo. Como soy un poco masoquista yo leo muchos de esos blogs sobre literatura y en muchos se critican que varias editoriales no hayan durado nada o se hayan hundido o vendan muy poco… la última vez que leí un comentario en esa línea ya estaba lista Carpe Noctem y la verdad es que el comentario me irritó bastante, aunque no daba con el por qué. Entonces, leyendo una revista o un periódico, no recuerdo bien, vi un chiste gráfico en el que un socorrista sacaba de la playa en brazos a un hombre que se estaba ahogando y en frente, bien sequitos, en la arena, había un grupo de cuatro o cinco personas, los típicos mirones, y uno decía: “yo creo que el socorrista lo ha hecho bien”, y otro: “pues yo creo que no se estaba ahogando, que eran ganas de llamar la atención”; un tercero decía: “pues yo nado mejor que él” y el último, por supuesto, decía: “yo creo que el socorrista es gay”. El chiste llevaba el título de “dos tipos de personas: los que hacen y los que critican a los que hacen”.

Bien, pues nosotros queríamos ser de los que hacen. Porque echarse en la arena con los brazos cruzados y criticar es fácil, pero también inútil. E igual que no se soluciona la crisis dando discursos y quejándose en los bares, no se puede crear nada desde la inmovilidad.

Y nosotros queríamos crear algo. Una editorial. Un proyecto que ha terminado llamándose Carpe Noctem —que para los de ciencias diré que significa “aprovecha la noche”— y que, como decía antes, es el resultado final de tratar de demostrar un par de cosas.
La primera tenía que ver con el hecho de que hubiera libros, buenos libros, en castellano —y esto es importante, porque ni siquiera vale la excusa de que hay que pagar a un traductor—, buenos libros, decía, que no habían sido publicados jamás en España o, en caso de haberlo sido, nunca habían sido reeditados y, por ello, eran, a día de hoy, imposibles de conseguir. Y creedme cuando os digo que tenemos ya una lista larga, larga, de libros de ese estilo que nos gustaría publicar. Para dar respuesta a esa preocupación, imaginamos una colección que, al final, hemos llamado “rescatados” y que será la colección que ha de agrupar ese tipo de libros: obras que, pese a su calidad, no han sido reeditadas o, en cualquier caso, son hoy imposibles de conseguir.
El primer número de esa colección, del que Félix hablará después, es, a mi entender, el mejor ejemplo que podíamos tener para expresar lo que tratamos que sea la colección “rescatados”. Ese primer número es la novela “En noviembre llega el arzobispo”. Un libro que, dicho de una sola vez cuenta con una de las mejores prosas en castellano de los últimos cien años. Año arriba, año abajo. 
Y voy a hacer un inciso aquí. Otra de las críticas comunes a las editoriales independiente es que reeditan mucho, que sacan muchos libros del desván y los vuelven a poner en circulación. No es algo excepcional de Carpe Noctem. Lo está haciendo Alfabia, lo está haciendo El Ático de los libros y lo están haciendo muchas. Es verdad que en alguna habrá un intento de publicar libros libres de derechos y, por lo tanto, ahorrarse el pago al autor. Pero creo que en la mayoría lo que hay es una necesidad de ayudar a una digestión más lenta, más reposada de los libros. Y me explico.
Vivimos en una sociedad mercantilizada que ha convertido todo —y cuando digo todo es todo: hasta el amor o la amistad— en objeto de consumo. Pero de un consumo que, además, ha de ser rápido. De modo que todo, incluyendo a nuestros queridos libros, se ha vuelto un producto de usar y tirar. De ahí que, por ejemplo, no tenga ningún valor leer el best-seller de turno cinco años después de su éxito y cuando ya nadie se acuerda de él: porque el valor no está en el producto, sino en el consumo del producto y en la experiencia social de compartir su consumo: comentándolo, participando del evento social, etcétera. El problema, o lo que a nos preocupaba y nos sigue preocupando y creo que a otras editoriales también, es que esa digestión acelerada es, exactamente, lo opuesto al mecanismo que, hasta hace bien poco, permitía la creación de una cultura. Y que era un mecanismo de sedimentación, de digestión lenta. De modo que la cultura literaria, por ejemplo, la componían aquellos títulos que, año a año, se seguían comprando, no desaparecían de los escaparates y de las recomendaciones y, al final, se convertían en clásicos. Clásicos. Hoy la vida de un libro es de, aproximadamente, dos semanas. Un mes a lo sumo. Cinco en el caso de los más vendidos, que son cuatro o cinco títulos de cien mil que se publican cada año. Una mosca vive más que un libro. ¿Cómo se crea así una cultura? Bueno, pues se crea. Lo que ocurre es que es una cultura de la moda, de la inmediatez, de la aceleración, del consumo como placer social, independientemente de lo que se consuma.
En este estado de cosas, creo que tenía mucho sentido y tiene mucho sentido el trabajo de mirar hacia atrás y volver a sumar al cauce fugaz de las novedades libros editados hace años y que pasaron desapercibidos, para facilitar, así, que puedan llegar a nuevas manos y tratar de ayudar a la sedimentación, al proceso de creación de cultura.

Un tema paralelo a éste y que también quiero tratar antes de pasar a la segunda causa o motivación para que estemos hoy aquí tiene que ver con el del papel de las editoriales en ese entorno económico.

Creemos que ese papel no puede ser otro que el de convertirse en prescriptores. Cuando hay tantos libros como en la actualidad. Cuando la crítica antaño respetable se ha convertido en correa de transmisión de cinco o seis editoriales. ¿Qué puede hacer una editorial pequeña para sobrevivir?
Hace poco leía un comentario en un blog riéndose de cuatro o cinco editoriales pequeñas diciendo que una sólo publicaba novelas de inglesas; otra, novelas para señoras inglesas, etc. Criticando, en suma, que esas editoriales tenían un perfil de publicaciones muy marcado. Y volvemos a lo de antes: el que hace y el que critica al que hace. Y en este caso, además, la crítica a nuestro modo de ver era estúpida. Pues para nosotros esa especialización es el secreto de la supervivencia. Cuando se publica tanto, tú te has de especializar y tu público debe saber, claramente, qué tipo de libros ofreces. Debes dejar claro, desde el primer día, por qué tipo de narrativa apuestas tú, de modo que todos aquellos que estén interesados en la misma sepan que cuentan contigo. Y sepan, también, qué tipo de novela pueden encontrar en tu catálogo. Y hay que ser fiel a esa propuesta y no confundir al público. Si lo haces, la mitad del trabajo estará hecho. La otra mitad, claro, es que el público interesado por lo que tú ofreces sea tanto que te permita sobrevivir económicamente.
Entonces, ¿qué tipo de libros ofrecerá Carpe Noctem? ¿De qué tipo de narrativa queremos ser prescriptores? De una literatura de calidad, comprometida, y hecha por autores que busquen explorar, con su obra, todas las posibilidades de la ficción y el lenguaje. De una literatura que, frente a las modas o la cultura de la moda, apueste por la Cultura con mayúsculas, una narrativa sedimentada, seria y sin fecha de caducidad. Es decir, cuya lectura no sea un evento social, sino una celebración personal. Libros que se puedan recomendar dentro de veinte años sabiendo que siguen siendo igual de buenos e igual de válidos. Y eso debemos conseguirlo, sobre todo, en la colección “Rescatados”. Porque en la colección de “Narrativa”, más enfocada a novedades, nos podemos equivocar pues no contamos ya con el baremo del tiempo, que es, seguramente, el mejor baremo. Aunque con “El que tiene sed” —del que también os hablará ahora Félix— creo que hemos comenzado la colección de “Narrativa” muy bien. Pero en “Rescatados” nos gustaría hacer un cien por cien de aciertos.
Y contribuir a crear, y ya termino con este tema, una cultura que aunque sea minoritaria, oponga el razonar pausado, la lectura como placer personal y la literatura como arma estética y crítica a esa otra cultura mayoritaria del consumo inmediato y de las modas. 
LA SEGUNDA PREOCUPACIÓN que teníamos antes de poner en marcha “Carpe Noctem” y a la que hemos tratado de dar satisfacción, en la medida de lo posible y ahora veréis por qué lo digo, era la referente a los precios de los libros. Había y hay en el mundo editorial un oscurantismo, una obsesión por mantener ocultos los márgenes de beneficios y las cifras que nos llevaba a pensar —y no era del todo falso— que esos márgenes de beneficio eran, en algunos casos, escandalosos. Máxime cuando algunas editoriales grandes, poderosas, que hasta antes de ayer, habían estado publicando libros a más de veinte euros, desde el comienzo de la crisis bajaron esos mismos libros a quince euros o menos y siguieron sobreviviendo.

Especial mención, en este mes de septiembre, creo que merecen los precios de los libros escolares, por ejemplo, que se venden a más de treinta euros cuando no creo que valga fabricarlos más de uno o dos. Echad cuentas del margen de beneficios incluso si la editorial no cuenta con su propio canal de distribución.
Pero bueno, no hurguemos en la herida. 
Más llamativo aún nos parecía el precio de los ebook, cuyo coste de producción era cero, en tanto en cuanto partías de un archivo digital que tenías que hacer igualmente para poder enviarlo a la imprenta. Que así las cosas, te quisieran cobrar por ese archivo doce, trece y hasta quince euros nos parecía, y nos parece, un poco absurdo.
Es verdad que el precio del libro físico, y no es que quiera excusarme, no se puede mover tanto hacia la baja como nos gustaría. Si optas por una distribución tradicional —y ha sido nuestro caso en buena parte de España—, la mitad o más de la mitad del Precio de Venta al Público corresponde a las ganancias de distribuidores y libreros. Un diez por ciento va a los derechos de autor y otro veinticinco o treinta, aproximadamente, a impresión. De modo que la editorial recibe, sólo, entre el diez y el quince por ciento. Cuento esto, no para daros pena y que compréis muchos libros, que también, sino, sobre todo, para que entendáis que quince euros, dieciséis euros es, aunque no lo parezca, un precio ajustado. Al menos, para una editorial pequeña. De las otras, no hablo.

Más margen hemos tenido, eso sí, en los ebooks. Pues se confirmó nuestra idea previa de que, efectivamente, no tienen mayor coste de producción que transformar un PDF en epub o .mobi, algo que lleva, aproximadamente, algo así como cinco o diez minutos. Por eso, aprovechamos los ebooks para mejorar las ganancias de nuestros autores, algo que nos parecía también importante y, sobre todo, para dejar los libros a precios más asequibles. De modo que en digital, nuestros libros nunca costarán más de cuatro o cinco euros. Y, de hecho, ninguno de los tres primeros cuesta más de cuatro euros.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Presentación de la Editorial Carpe Noctem



El día 20 de septiembre (este viernes) presentamos públicamente qué es o qué queremos que sea Carpe Noctem, así como los tres primeros libros de nuestro catálogo. La presentación será en la librería Tipos Infames de Madrid (C/ San Joaquín, 3) a partir de las 18:15h y contará con el apadrinamiento del escritor Félix Grande.
Tenéis toda la información en la web de Tipos infames  http://www.tiposinfames.com/event/presentacion-editorial-carpe-noctem/ y en nuestro Facebook https://www.facebook.com/editorialcarpenoctem

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Por qué una editorial? O ¿Qué es Carpe Noctem?



El origen de este proyecto que ha terminado llamándose Editorial Carpe Noctem hay que buscarlo en las conversaciones que, con distintas personas, hemos llevado a cabo en los últimos años y en las que nos lamentábamos de que tal o cual libro no estuviera reeditado y, por lo tanto, disponible.

Esas conversaciones dieron lugar a lo que será la colección "Rescatados", formada por libros que, pese a su calidad literaria (objetiva calidad literaria) han desaparecido del catálogo de las editoriales que alguna vez los publicaron.

Tenemos ya una larga lista de libros que nos gustaría "rescatar" para los lectores españoles. De momento, podemos anunciar que el primero de ellos es "En noviembre llega el arzobispo", de Héctor Rojas Herazo, una obra no muy conocida en España, pese a haber gozado, en su momento, de importantes padrinos, como Luis Rosales, que elaboró un prólogo profundo y serio que nosotros conservamos en nuestra edición.

Nuestra segunda colección, "Narrativa", nace porque nos parecía moralmente inaceptable emprender una nueva editorial y no usarla para potenciar a algunos autores que, como en el caso de los rescatados, han sido olvidados por las grandes editoriales españolas, pese a su innegable calidad. Calidad que, en muchos casos, ha llevado a esas editoriales a publicarlos en otros países, pero no en el nuestro. Privándonos así (o dificultando) el acceso a su obra.

El primer título de esta colección es un claro ejemplo de nuestras intenciones. Se trata de "El que tiene sed", una obra de Abelardo Castillo. Un autor que ha publicado en casi todas las grandes editoriales, pero cuya obra nunca ha sido realmente promocionada en España, pese a su fuerza y originalidad.

De Abelardo Castillo, dijo Félix Grande en su prólogo al libro "Trece artistas y un dios" que es "uno de los narradores más grandes de nuestro idioma y nuestro tiempo". Pese a ello, razones comerciales lo han mantenido alejado del público español. Hoy, intentamos repararlo.

Finalmente, estamos trabajando en una colección de Ensayo en la que, más allá de la disciplina que se investigue en cada obra, queremos que prevalezca el trabajo académico: un trabajo de investigación, de búsqueda de datos y fuentes y, sobre todo, de capacidad didáctica para hacer llegar, al público general, las distintas tesis y descubrimientos.

¿Qué es “Carpe Noctem”, entonces? Es una editorial que desea apostar por una literatura de calidad, comprometida, y por autores que busquen explorar, con su obra, todas las posibilidades de la ficción y el lenguaje.

Autores que busquen en una editorial no un canal a través del cual desarrollar un negocio, sino a través del cual dar a conocer un discurso narrativo, una idea, un proyecto literario. Autores que amen los libros tanto como nosotros.

¿Y quiénes pueden ser nuestros lectores? Todos aquellos que, sin dejarse llevar por las modas que hacen subir o bajar el caché de un autor o un género, sigan buscando en los libros aquello que la buena literatura nunca ha dejado de ofrecer: una experiencia, nuevos conocimientos. Lectores que amen los libros y que busquen en ellos pasión, entretenimiento y consuelo.

Bienvenidos a “Carpe Noctem”. La noche es de los que leen.